Pablo Ortiz Monasterio afirma que «Frida se familiarizó desde pequeña con las técnicas fotográficas y con los principios básicos de la composición.» (Pablo Ortiz Monasterio, p. 16). Por esa razón, la artista registró y coleccionó muchísimas imágenes que le sirvieron como modelo para su obra pictórica. Algunas de ellas fueron tomadas con otro propósito y con el tiempo fueron utilizadas como referencias para sus pinturas. En este ejercicio podemos apreciar algunos ejemplos de fotografías que sirvieron de modelo a Frida, las cuales se encuentran en la exposición Frida Kahlo. Sus fotos.
Familia de Matilde Calderón González (Ricardo Ayulardo, n. d.) / Diego en mi mente (1943)
Una de las grandes influencias en la obra y vida de Frida fue su familia materna, la cual se expresó de múltiples maneras, una de ellas fue la vestimenta. Observamos como tanto el traje de tehuana como el vestido de la Frida europea están presentes en el retrato de sus ancestros. «En el conjunto de fotos de Matilde Calderón, la madre de Frida, se descubre rápidamente de dónde surgió el gusto y el estilo de la vestimenta de Frida.» (Pablo Ortiz Monasterio, p. 16).
Retrato de bodas de Matilde Calderón y Guillermo Kahlo (Anónimo, 1898) / Mis abuelos mis padres y yo (1936)
Frida encontró en el retrato de bodas de sus padres la imagen perfecta para su árbol genealógico, tanto por la composición de la fotografía como por el momento que representa: la unión de ambas familias. «Kahlo pintó a su abuela materna [Isabel González y González] como una sencilla mujer provinciana, diferente de cómo aparecía en las fotografías. Su abuelo materno [Antonio Calderón], no obstante, fue pintado como una fiel reproducción del registro fotográfico. Kahlo pudo haber tenido la intención de hacer de su abuela una buena pareja para su marido indígena. Para ella, su herencia india era fuente de gran orgullo y de confianza en sí misma.» (Masayo Nonaka, p. 27).
Fábrica Ford (River Rouge, Detroit) (Charles Scheeler, 1927) / Autorretrato en la frontera entre México y Estados Unidos (1932)
Debido a la fama que adquirió su obra, a sus amistades y a su matrimonio con Diego Rivera, Frida conoció diversas partes del mundo. En sus viajes, pudo aproximarse a las expresiones más directas de la industria capitalista del momento, como lo es la fábrica automotriz Ford. «Kahlo, junto con Rivera, estaban en el centro de un mundo muy sofisticado e internacional, con admiradores (no sólo amantes) dedicados, procedentes de todo tipo de lugares y disciplinas.» (James Oles, p. 251)
Frida de espaldas (Nickolas Muray, 1946) / Árbol de la esperanza, mantente firme (1946)
Frida vivía con un dolor físico constante, siendo éste un elemento determinante en la formación de su identidad. Para afrontarlo ella decidió expresarlo y hacerlo público. «En el cuerpo enfermo, el cuerpo contrahecho, el cuerpo roto, la pasión se vuelve obsesión por necesidad y no hay reposo. Para compensar el derrumbe de la normalidad, que se vive como dolor, discapacidad o monstruosidad, el cuerpo exagera las metáforas y los símbolos y en su desesperación acude a prescripciones de todo tipo, lo que sea que le ayude a reinventarse en su desgracia.» (Mauricio Ortiz, p. 190)
Tomic energy (Martín Munkácsi, n. d.) / Autorretrato con collar de espinas y colibrí (1940)
Frida coleccionaba obras de sus fotógrafos predilectos y, en muchos casos, las utilizaba como modelos en sus pinturas. «En casa siempre hubo una cámara, se registraban los momentos importantes, los lugares pintorescos, las reuniones con los amigos, los objetos, los animales y gentes que pudieran ser de interés para utilizarlos como modelos de pintura.» (Pablo Ortiz Monasterio, p. 19)
Judas en papel maché (atribuida a Frida Kahlo, n. d.) / El sueño (1940)
La imagen del Judas inerte alude no sólo a su interés en las tradiciones mexicanas (hay en la colección fotos del Judas siendo quemado durante la celebración de la Pascua), sino a «la obsesión sobre el cuerpo roto postrado.» (Pablo Ortiz Monasterio, p. 20)