addis adeba
En la capital Addis Abeba, lo primero que sorprende es el desorden de sus calles y la pobreza de sus viviendas. Solo la Avenida Churchill, la más visitada por los turistas, y sus calles adyacentes mantienen una estructura con cierta lógica occidental.
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La capital etíope se encuentra en el centro del país, a 2,400 metros sobre el nivel del mar, lo que provoca que su clima sea fresco y que a menuda esté nublado o llueva. Su mercado al aire libre es el más grande de África: calles y calles de tenderetes con todo tipo de productos.
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La inmensa Plaza Meskel, también llamada Plaza de la Revolución durante el régimen comunista, es un espacio enorme. Hoy en día, además de ser punto de reunión y juego, es uno de los puntos neurálgicos de la capital desde donde parten las principales arterias de la ciudad.
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El café en Etiopía se toma de manera ceremonial. El ritual está a cargo de la madre o la mujer más vieja de la familia, quien lava, tuesta, muele y cocina los granos de café, guiada por reglas centenarias cargadas de simbolismo. El aroma del café se mezcla con los inciensos que queman durante la ceremonia.
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Etiopía es la cuna del café, la variedad arábica crecía de forma silvestre y ha sido y es central en la historia, la economía y la cultural del país. Como reza un viejo proverbio etíope: Buna dabo Naw, que significa «el café es nuestro pan».